Un talento natural

La historia de muchos supervisores de instalación y mantenimiento

Alberto es un manitas. Lo era de niño y lo sigue siendo de adulto. Hay gente que no vale para arreglar cosas y hay gente que disfruta desentrañando la mecánica de los coches de juguete desde su más tierna infancia.

Como era un manitas, estudió una FP de mecatrónica. No se le daba mal estudiar pero su pasión era trabajar con las manos así que pasó de estudiar ingeniería. Quiere mancharse las manos de grasa y tocar herramientas.



Después de algunos años en la empresa de instalación y mantenimiento, Alberto es el técnico de referencia. Incluso sus supervisores le consultan a él para solucionar alguna avería. Eléctricas, mecánicas, hidráulicas, electrónicas… el tío maneja de todo. Conoce todos los cuadros de maniobra y sabe detectar averías en los motores por los audios de whatsapp que les mandan sus compañeros.


Alberto está viviendo los momentos más felices 

de su carrera profesional y aún no lo sabe.


Entonces llega el día. El jefe le comunica 

que le dan un merecido ascenso: 

es nombrado supervisor.



Él acepta el reto, sabe la importancia de gestionar bien, sin embargo, contrariamente a lo que él podía pensar, comienza el infierno. Lo que parecía una subida de salario y un reto profesional se convierte en una espiral infinita de apagar fuegos, coordinar horarios, gestionar rutas, aumentar la productividad, evaluaciones, reuniones, gestión de conflictos…


Alberto es un manitas, nunca ha ejercido como gestor, y como tal no tiene las herramientas para gestionar la calidad de la empresa, ni a las personas a su cargo, que para colmo son sus antiguos compañeros. Esto le provoca estrés y frustración. Es la viva imagen de un trabajador “quemado”.

Normalmente la cualidad de liderar equipos se asocia a un “talento natural” como ser un “manitas”. Existen herramientas de gestión que mejoran el desempeño de los supervisores, reduciendo sus niveles de estrés y haciendo que disfruten de este nuevo rol de responsable.


Como cuando eran técnicos de instalación o mantenimiento y todo el mundo les repetía lo buenos que eran.


En el Programa Compass de Supervisión de Operaciones enseñamos a los supervisores a serlo, para que puedan disfrutar de su trabajo otra vez.

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Entendemos que lo ideal es formar a todos los responsables técnicos de la empresa, por lo que ofrecemos descuentos para grupos.

📌 Plazas limitadas a 15 y una sola convocatoria anual.


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degustando todos los sabores en cada bocado