Vender ascensores en un mercado que ya lo ha visto todo

En un mercado con cientos de empresas homologadas, la hipercompetitividad es la norma.

En el sector de los ascensores no hay lugar para la improvisación.

Ni en la instalación, ni en el mantenimiento, ni en la venta.

El cliente ya no compra porque le suena una marca. Compara. Pregunta. Pide referencias. Busca el precio más bajo y, al mismo tiempo, exige calidad, garantía, normativa y respuesta inmediata. En un mercado con cientos de empresas homologadas, la hipercompetitividad es la norma.

Y en ese entorno, los comerciales juegan un papel decisivo.

La guerra no es solo tecnológica, es comercial

“70 años de experiencia, servicio de asistencia rápida 24 horas, calidad, garantía, servicio”.

“Expertos en mantenimiento multimarca y reparación”.

“Líderes del sector”.

“Gran variedad de productos en el transporte vertical para satisfacer cualquier necesidad de nuestros clientes”. 

“Todos nuestros productos cumplen con todas las normativas vigentes”.

“Diseños a medida y nos adaptamos a las necesidades de cada usuario, con una instalación rápida, sencilla y eficaz”.

En un mercado tan saturado y avanzado, estas afirmaciones ya no son suficientes para convencer al cliente de que nuestra solución es la mejor. Es el mínimo.

Más o menos todas las compañías del sector tienen buenos productos, sistemas de ahorro energético, seguridad garantizada, soluciones sin cuarto de máquinas…

¿Dónde está, entonces, la diferencia?

En cómo se presenta. En cómo se adapta a cada cliente. En cómo se defiende un presupuesto. En cómo se gestiona una objeción. En cómo se transmite confianza.

Y sobre todo, en que el comercial se posicione como experto que enseña cosas que el cliente no sabe, que desafían su manera de pensar y que le abre oportunidades que no se habría planteado sin su asesoramiento.

El comercial del siglo XXI: ni solo técnico, ni solo vendedor

El comercial de ascensores hoy, debe conocer los atributos del producto con precisión: normativas, ciclos de mantenimiento, accesibilidad, eficiencia energética, modernizaciones, rehabilitaciones…

Y al mismo tiempo, debe dominar herramientas de marketing, técnicas de venta consultiva, comunicación efectiva y gestión de clientes.

Porque vender un ascensor no es vender un electrodoméstico. Es vender una instalación crítica, que estará operativa durante décadas, y que afecta directamente a la seguridad y al día a día de las personas.

Las compañías que venden mejor, forma a sus comerciales

Formarlos de verdad. No con una charla ocasional. No con un dossier de productos.

Con un programa riguroso, actualizado, diseñado para el sector.

Por eso existe el Programa para Comerciales de Instalación y Mantenimiento de Ascensores:

  • Para que los vendedores hablen con la confianza que solo te da conocer el producto.

  • Para que argumenten con criterio técnico.

  • Para que sepan cerrar operaciones en entornos de máxima competencia.

  • Para que sean parte activa de la reputación de su empresa.

En un sector saturado, la diferencia no está solo en la cabina. 
Está en quien la presenta.






 

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Empieza por formarles mejor.

Entendemos que lo ideal es formar a todos los comerciales de la empresa, por lo que ofrecemos descuentos para grupos. 

📌 Plazas limitadas a 15 participantes y una sola convocatoria anual.



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